Esta semana, he tenido el placer de organizar una serie de eventos en San Francisco junto a nuestras amigas de Ayla Beauty, nuestra primera tienda en EE.UU. La semana arrancó con un recorrido mágico por el jardín botánico, seguido de consultas individuales, también realicé un taller donde descubrimos cómo leer e interpretar las etiquetas de productos skincare naturales y acabó con una masterclass que dejó a todos con un glow envidiable.
Dado que he visitado San Francisco en varias ocasiones, sabía que tenía que prepararme para el cambiante clima de la ciudad. A pesar de que esta época del año suele tener temperaturas suaves, no podía simplemente confiar en la aplicación meteo de mi teléfono o en mirar por la ventana de mi habitación que daba a Presidio Avenue. Siempre me pasa lo mismo: en el momento en que piso California Street y giro hacia Fillmore para tomar mi café en mi vaso reutilizable, el frío viento me obliga a reevaluar por completo mi rutina de cuidado de la piel.
Con esto en mente, aplico varios productos. En primer lugar, el innovador Ultra Revitalizing Elixir, cargado de humectantes para retener la humedad en las capas externas de mi piel. Luego, Plant Perfection Gel Serum, que deja mi cara fresca y más descansada, disimulando los signos del jet lag. Además, mantengo el hábito de usar Intelligent Frontier Facial Oil de forma regular, ya que brinda protección y fortalece la barrera natural de mi piel, preparándola para enfrentar el desafiante clima del Área de la Bahía. Finalmente, sello todos estos beneficios con una de nuestras hidratantes, Artemisia por el día seguro y por la noche Nutritive Repair Emulsion.
Sin embargo, el martes, la calidad del aire, empeoró bastante debido a los incendios forestales en Oregón. Podía sentir cómo mi piel se ensuciaba minuto a minuto. Una vez de vuelta a la habitación de mi hotel, me paré frente al lavabo pensando cuál sería la mejor opción de limpieza en esta ocasión: el divino Clementine Cleansing Balm o el potente Charcoal Peace Calming Cleanser. Tras meditar un poco, opté por utilizar Clementine, dejándolo unos 10 minutos sobre mi piel a modo mascarilla hidratante, disolviendo las impurezas atrapadas en mis poros. Luego, lo retiré suavemente con la muselina húmeda. Este bálsamo es ideal tanto para nutrir la piel como para combatir los puntos negros. Sin embargo, aunque me dejó la piel limpia y flexible, no pude evitar la sensación que estaba descuidando otra de mis creaciones. Entonces, al final acabé haciendo una doble limpieza con Charcoal Peace Calming Cleanser. La verdadera magia ocurrió al emulsionar el producto con mis manos mojadas y eliminarlo por completo con la ayuda de The Hand Wand. Así, sabía que había logrado eliminar cualquier rastro de contaminación de mi piel. Este limpiador es muy eficaz si buscas un détox cutáneo profundo y sirve como una valida alternativa natural a los exfoliantes químicos, sin dejar de ser lo suficientemente suave para su uso diario. Es una buena opción si te preocupa la hiperpigmentación, si tienes la piel mixta/grasa o propensa al acné, o si deseas mejorar la textura de tu piel.
El resto de la semana transcurrió como esperaba y ahora que he regresado a Europa, me siento muy afortunado de haber pasado tiempo con todas aquellas personas que se tomaron un momento para pasar a saludarme mientras estaba en la ciudad a la que cariñosamente llamo “mi hogar lejos de casa”.
2 comments on “Un ritual de limpieza profunda”
Maritza
Pedro soy una fan tuya ,tus cremas son exquisitas las uso y las recomiendo a todos los que quieran tener una piel bella ,abrazos
Team Twelve
Muchas gracias por la confianza Maritza :)