Cómo combinar principios activos en tu rutina facial: Ingredientes que se pueden mezclar (y los que no)

Tanto si eres una experta en el cuidado de la piel como si acabas de empezar en el mundo de la cosmética, combinar tus productos puede ser todo un reto. La clave para una piel radiante está en entender los ingredientes clave en tus fórmulas favoritas. En esta guía, descubrirás el fascinante mundo de los principios activos, cómo interactúan y cómo combinarlos para una piel sana y con glow.
Cómo los ingredientes influyen en tu rutina facial
Navegar por el mundo de los principios activos puede ser complicado. Los productos cosméticos a menudo contienen una mezcla compleja de ingredientes, algunos de los cuales pueden interactuar de forma desfavorable. Imagina aplicarte una crema que te provoque irritación o enrojecimiento – ¡justo lo contrario de lo que quieres! Entender los diferentes tipos de ingredientes (humectantes, antioxidantes, iluminadores, etc.) te permite tomar decisiones informadas. Este conocimiento es clave para crear una rutina personalizada que te dé los resultados deseados sin efectos secundarios no deseados.
Los diferentes tipos de ingredientes cosméticos
A continuación, explicamos algunos de los ingredientes principales que se suelen encontrar en los cosméticos comunes:
- Principios Activos: Componentes clave que tratan problemas específicos de la piel, como arrugas, acné o hiperpigmentación. Ejemplos incluyen retinol, vitamina C y AHAs.
- Humectantes: Ingredientes que atraen y retienen agua hacia la piel, manteniéndola hidratada. El ácido hialurónico y el PCA sódico son humectantes comunes.
- Ingredientes Anti-edad: Combaten los signos del envejecimiento estimulando la producción de colágeno y reafirmando la piel. Los péptidos son ampliamente reconocidos por sus propiedades anti-edad.
- Antioxidantes: Protegen la piel del daño causado por los radicales libres, promoviendo un aspecto saludable. La artemisia umbelliformis y la vitamina E son antioxidantes con numerosos estudios que avalan su eficacia.
- Iluminadores: Unifican el tono de la piel y mejoran la hiperpigmentación. La vitamina C, el extracto de milenrama y el extracto de menta son iluminadores eficaces.
- Tensioactivos: Limpian la piel eliminando la suciedad y el sebo. Ten cuidado, ya que algunos pueden resecar la piel, incluso los de origen natural.
- Emulsionantes: Combinan ingredientes a base de agua y aceite en un producto suave y cohesivo.
- Conservantes: Previenen el crecimiento de microorganismos y prolongan la vida útil de los productos de cuidado de la piel.
- Emolientes: Suavizan y alisan la piel, brindándole una textura sedosa. El aceite de jojoba y la manteca de karité son emolientes comunes.
- Disolventes: Disuelven otros ingredientes, garantizando un producto uniforme.
- Perfumes: Aportan aromas agradables a los productos, pero pueden irritar la piel sensible si se usan en altas concentraciones.

Nuestras recomendaciones y precauciones
– Retinol: Este poderoso ingrediente combate las arrugas y el acné. Sin embargo, puede resecar e irritar la piel.
Se combina bien con ingredientes súper hidratantes: como el ácido hialurónico, la niacinamida y los aceites vegetales ricos en ceramidas y fracción insaponificable, para contrarrestar la sequedad que deja en algunos casos el retinol.
Evita combinarlo con:
- Peróxido de benzoilo: Un tratamiento común para el acné que puede interactuar negativamente con el retinol, causando irritación y enrojecimiento.
- AHAs/BHAs: Estos exfoliantes químicos pueden debilitar la barrera de la piel, haciéndola más susceptible a la irritación causada por el retinol.
- Ácido salicílico: Otro tratamiento para el acné que puede interactuar con el retinol, causando sequedad y descamación.
- Exfoliantes físicos: Como exfoliantes faciales o cepillos, que pueden irritar la piel ya sensibilizada por el retinol.
– Vitamina C: Un verdadero héroe iluminador, la vitamina C combate la hiperpigmentación y estimula la producción de colágeno. Si bien es poderosa, puede ser inestable.
Se combina bien con:
- Vitamina E: Un antioxidante que ayuda a estabilizar la vitamina C y a mejorar su absorción por la piel.
- Glutation: Un compuesto que ayuda a potenciar los efectos iluminadores de la vitamina C.
- Ingredientes hidratantes: como el isómero de sacárido, para mantener la piel hidratada y prevenir la sequedad.
- SPF: Un protector solar de amplio espectro es esencial para proteger la piel de los rayos UV, que pueden degradar la vitamina C.
Evita combinarlo con:
- AHAs/BHAs: Estos exfoliantes químicos pueden disminuir la eficacia de la vitamina C.
- Peróxido de benzoilo: Un tratamiento para el acné que puede desactivar la vitamina C.
- Retinol: Si bien algunos estudios sugieren que la vitamina C y el retinol pueden usarse juntos, en el caso de pieles sensibles es mejor usarlo en diferentes momentos del día para evitar la irritación.
– AHAs/BHAs: Estos exfoliantes químicos eliminan las células muertas de la piel, revelando un cutis más suave, brillante y uniforme. Sin embargo, pueden hacer que la piel sea más sensible al sol y a la irritación.
Se combinan bien con principios activos hidratantes, los aceites insaponificables y una buena capa de protector solar.
Evita combinarlos con el retinol, la vitamina C o la niacinamida ya que puede causar sequedad e irritación.
– Niacinamida: Esta vitamina B3 ofrece una variedad de beneficios para la piel, incluyendo la reducción de la inflamación, la regulación de la producción de sebo y la atenuación de las manchas oscuras.
Se combina bien con:
- Retinol: La niacinamida puede ayudar a calmar la irritación potencial causada por el retinol.
- Ácido hialurónico: La niacinamida puede ayudar a mejorar la absorción del ácido hialurónico en la piel.
- Ceramidas: La niacinamida puede ayudar a fortalecer la barrera de la piel.
¿Puedo usar la niacinamida y vitamina C juntas?
Hay información contradictoria sobre el uso de estos dos principios activos juntos. Recomendamos usarlos por sus múltiples beneficios, pero en diferentes momentos del día debido a sus diferentes valores de pH. Algunos estudios muestran beneficios al combinarlos, por lo que depende de tu tipo de piel y la formulación del producto. Comienza lentamente y haz una prueba para ver cómo reacciona tu piel. Si tienes la piel sensible, puede que tengas que evitar esta combinación por completo.

¿Se pueden usar los AHAs y BHAs juntos?
¿Se pueden usar los AHAs y BHAs juntos?
Los AHAs (alfahidroxiácidos) y los BHAs (betahidroxiácidos) son exfoliantes potentes y su uso combinado requiere un enfoque estratégico. Esto es lo que debes saber:
AHAs: Derivados de frutas y leche, los AHAs trabajan en la superficie de la piel, disolviendo las células muertas y promoviendo la renovación celular. Son excelentes para pieles secas, maduras o sensibles. Son solubles en agua. Los AHAs comunes incluyen:
- Ácido Glicólico: Conocido por sus propiedades anti-edad, estimula la producción de colágeno para una piel más suave.
- Ácido Láctico: Más suave que el ácido glicólico, hidrata y exfolia, haciéndolo apto para pieles sensibles.
- Ácido Mandélico: Ideal para iluminar la piel apagada y combatir la hiperpigmentación, es una molécula más grande, lo que la convierte en menos fuerte ya que no penetra tanto en la piel.
BHAs: Derivados de la corteza de sauce, los BHAs penetran más profundo en los poros, desobstruyéndolos y reduciendo los brotes de granos. Son una opción perfecta para pieles grasas o propensas al acné. Además, son solubles en aceite. Uno de los BHAs más común es:
- Ácido Salicílico: Reduce el acné exfoliando y eliminando la suciedad de los poros. También tiene propiedades antiinflamatorias.
Uso de AHAs y BHAs juntos: Aunque es posible, se recomienda hacerlo con precaución. La descamación inicial es común. Recomendamos seguir estas pautas:
- Comienza despacio: Introduce un ácido a la vez, aumentando gradualmente la frecuencia si tu piel lo tolera bien.
- Alterna: Elige con cuál quieres empezar al principio de la semana y alterna diariamente.
- Haz una prueba: Aplica una pequeña cantidad de producto en la parte interior del brazo y espera 24 horas para comprobar si hay irritación.
- Escucha a tu piel: Si experimentas sequedad excesiva o enrojecimiento, deja de usar los productos de manera inmediata.
- Hidratación a tope: Usa un humectante rico para reponer la barrera natural de tu piel.
- El SPF no es negociable: Tanto los AHAs como los BHAs aumentan la sensibilidad al sol, por lo que un SPF 30 o superior diario es un must.

La importancia del orden de aplicación en tu rutina facial
Ahora que comprendes qué principios activos se complementan entre sí, repasemos el orden de aplicación para lograr tu mejor piel:
- Comienza con la consistencia más fina: Aplica primero los sérums y tratamientos a base de agua, ya que penetran en la piel de manera más eficaz.
- Después del agua, el aceite: Sigue con productos más espesos a base de aceite como las cremas. Esto ayuda a sellar los productos a base de agua y evita que se evaporen.
- Ten en cuenta las interacciones de los ingredientes: Evita superponer activos que puedan desactivarse entre sí o generar irritación. Consulta la sección anterior de compatibilidad para más información.
- Ingredientes complementarios: Al aplicar capas de activos, elige productos con ingredientes complementarios para mejorar sus beneficios. Por ejemplo, combina un sérum de retinol con un humectante que contenga aceites vegetales ricos para calmar la posible sequedad.
- No olvides tus ojos: La delicada zona de los ojos requiere un toque más suave. Opta por productos formulados para tratar essta zona sensible. (Nuestro favorito es Rapid Eye Treatment, rico en péptidos).
- El protector solar como capa final: Independientemente de tu rutina, el SPF no es negociable. Aplica un protector solar de amplio espectro todos los días, incluso cuando esté nublado. (Si eres fan de nuestro autobronceador Glow Island, recuerda que se aplica después del SPF).
Alternativas para pieles sensibles
Si tienes la piel sensible o deseas evitar los posibles efectos secundarios de los principios activos como el retinol, la vitamina C o los AHAs/BHAs, aquí tenéis varios candidatos fiables que podéis contar con ellos:
- Alternativas naturales al retinol: Los extractos vegetales como Bidens Pilosa ofrecen un enfoque más suave para lograr resultados similares a los del retinol, sin los efectos secundarios adversos. (Encuéntralo en Plant Perfection Gel Serum)
- Alternativas iluminadoras: Opta por sérums orgánicos con ingredientes botánicos que tratan la hiperpigmentación y la falta de luminosidad. Una opción no fotosensible es Ideal Brightening Corrective Serum. Además, es apto para su uso durante el embarazo y la lactancia.
- Alternativas a la exfoliación: Para una acción exfoliante más suave, usa mascarillas de arcilla o un limpiador a base de carbón activo que ayude a descongestionar los poros sin resecar la piel. (Te recomendamos Charcoal Peace Calming Cleanser o nuestra icónica The London Mask).
Como siempre, una rutina facial constante pero delicada es la clave para lograr una piel saludable con glow. No sobrecargues tu piel usando demasiados principios activos a la vez. Escucha a tu piel y ajusta tu rutina en función de sus necesidades. Esta guía te ayudará a empezar, pero para recomendaciones personalizadas adaptadas a tus preocupaciones específicas, consulta a nuestro equipo.
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