Skin diet, skin fasting o skinimalism… Múltiples términos para referirse a la nueva corriente de la que todos los editores de belleza hablan y está revolucionando el cuidado facial. Al parecer, proveniente de Japón, no es de extrañar teniendo en cuenta que es una cultura ‘ritualizada’, donde los excesos, sobran.
Y es que el lema ‘menos es más’, lejos de quedarse arcaico por manido, cada vez coge más fuerza. Hemos adoptado la slow life en todos los ámbitos de nuestro día a día, en cómo comemos, cómo nos vestimos, decoramos y ahora también en cómo nos cuidamos. Una reacción contra la creciente obsesión de sumar y sumar productos cosméticos a la rutina sin saber muy bien si nuestra piel realmente los necesita.
¿Skin Fasting o Skin Diet?
Aquí surge la polémica. Mientras la Skin Fasting aboga por un ayuno radical de la piel para que descanse, se resetee y se regenere por sí misma de forma natural, la Skin Diet propone hacerlo de forma más relajada manteniendo ciertos productos que se podrían considerar absolutamente necesarios.
La piel necesita descanso, sí. A esa conclusión llegan muchos expertos, esto es indiscutible. Aplicar capas y capas de activos variopintos es un sinsentido que no nos garantiza una piel mejor. Pero sí es cierto que un ayuno radical podría ocasionar que se acumule un exceso de sebo, suciedad, polución y células muertas que pueden obstruir los poros y generar brotes.
Y no proteger la piel, además de acelerar su envejecimiento prematuro por el estrés oxidativo que generan los radicales ante la exposición a la radiación solar, podría provocar un episodio de pigmentación irregular que podría ser irreversible. Por otro lado, los protectores de nueva generación también nos están protegiendo de otras radiaciones dañinas, como la luz azul de los dispositivos electrónicos, o la perversa polución.
Los incuestionables: limpieza y protección
Parece haber unanimidad en las declaraciones de los expertos que se han manifestado ante esta tendencia. Limpieza y protección, son los pasos ineludibles que todo régimen de cuidado facial, por muy minimalista que pretenda ser. Ahora, limpiadores, hay muchos, y algunos, nos aseguran lo que realmente necesita la piel, además de un ritual de belleza completo y autoindulgente.
Dos buenos ejemplos son Charcoal Peace Calming Cleanser y Clementine Cleansing Balm, dos de los productos de Twelve Beauty más sensoriales por sus texturas transformantes, su aroma evocador y su profunda acción sobre la piel. Charcoal es una solución para quienes busquen eliminar impurezas de forma radical pero dejar la piel nutrida al mismo tiempo, el máximo objetivo de la Skin Diet.
Formulado con carbón activado de origen vegetal, arcilla purificante (caolín, que además de purificar, hidrata) y aceites vegetales altamente biocompatibles, como el de girasol, rico en ácido linoleico, que ayuda a mejorar la calidad del sebo en pieles congestionadas y propensas al acné. Y Clementine, derrite suavemente la suciedad, las impurezas y los contaminantes ambientales y, al mismo tiempo, evita la pérdida de agua transepidérmica.
Esto es posible gracias a uno de sus ingredientes clave: Olus vegetal, una mezcla biocompatible de aceites vegetales no polares (algodón, cártamo y maíz) que reducen considerablemente la pérdida de agua transepidérmica. Su polaridad los hace muy efectivos para eliminar la suciedad, las impurezas, la contaminación e incluso el maquillaje, dejando los poros limpios.
Si nuestra piel tiene tendencia a exceso de sebo y nos obsesiona mantener purificados nuestros poros, nada mejor que Purifying Cleansing Beauty Cream, galardonada como “mejor crema limpiadora” en 2021 por los Beauty Shortlist Awards. A diferencia de la mayoría de limpiadoras, contiene una alta concentración de escualeno vegetal derivado del aceite de oliva, lípidos clave para la piel que evita el efecto agresivo de la limpieza, repara e hidrata al tiempo que elimina impurezas.
Aunque, si nos centramos en la tendencia Skin Diet, nada mejor que Dara’s Water, el agua de limpieza no micelar, extraordinariamente suave y sin tensioactivos, pero inusualmente efectiva, ya que elimina fácilmente el maquillaje, la contaminación y el protector solar con una combinación única de azúcares naturales, probióticos y extractos de avena y rosa orgánicos de acción calmante.
La protección del futuro
Si lo que buscamos es restar pasos en la rutina, una buena opción es elegir productos versátiles que en una sola fórmula aúne activos hidratantes, calmantes y protectores, como Artemisia Power Protection Moisturiser SPF50+ enriquecida con extracto de Artemisia antioxidante y filtros físicos 100% naturales (óxido de zinc y dióxido de titanio no-nano).
Un gran reto formulativo para Pedro Catalá, Doctor en Farmacia y creador de Twelve Beauty. “Uno de los mayores desafíos ha sido combinar protección contra las radiaciones solares y la polución junto a otras funciones, como la hidratación”, asegura Pedro. “Finalmente, después de 3 años de investigación, puedo decir que he conseguido un producto que no solo ofrece protección, sino acción calmante e hidratante. Esta formula con extractos botánicos y minerales, es la máxima expresión de la cosmética natural moderna”.
Además, repara las células de los daños causados por los rayos UV, luz azul e infrarrojos gracias al extracto de Buddleja; retener grandes cantidades de agua en la piel y frenar la temida perdida de agua trans-epidérmica por el Isomerato de sacárido; y crear un film permeable que mantiene la piel elástica e hidratada por la adición de Ácido Hialurónico.
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