“¿Qué le pasa a nuestra piel durante el verano? Muchas cosas y pocas buenas…” asegura Pedro Catalá. Un repertorio de despropósitos poco alentador con el que nos topamos a la vuelta a la rutina que no sabemos bien cómo encarar… A grandes rasgos, el ritual de belleza de otoño debe poner el foco en estos principales problemas: las intensas radiaciones solares han agredido la piel potenciando el fotoenvejecimiento. Las elevadas temperaturas propias de la época estival, aumentan la pérdida de agua transepidérmica, ocasionando deshidratación.
Y aunque vacaciones nos sugieren “descanso”, lo cierto es que es cuando, estadísticamente, dormimos peor. Algunos de los culpables pueden ser el calor que no aminora llegada la noche, las cenas generosas, alguna copita de alcohol o traspasar la madrugada trasnochando en nuestra terraza preferida…
Consecuencias: la falta de sueño provoca un aumento de cortisol (la hormona del estrés) y esto se traduce en pérdida de elasticidad, bolsas y ojeras en el contorno de ojos, ya que el proceso de reparación nocturno se ralentiza ocasionando la acumulación de toxinas, los fluidos no drenan bien, mientras que los capilares se abultan. Un panorama nada halagüeño…
Abriendo el taller de restauración
Uno de los grandes objetivos post-vacacionales es unificar el tono. La melanina ya no está tan estimulada tras la radiación solar intensa y sus depósitos tienden a desaparecer pero de forma irregular. “Esto se manifiesta en una mejilla más bronceada respecto a la otra, por ejemplo, o que el tono de la frente esté más pálido en comparación a las zonas de nariz y boca”, aclara Pedro.
Un buen antídoto es The London Mask, a base de caolín purificado sin el negativo efecto de sequedad que provocan las arcillas gracias a su minucioso proceso de elaboración artesanal. Ejerce una ligera exfoliación nada agresiva ya que ayuda a eliminar suavemente las células muertas que impiden la homogeneidad de la tez, unifica el tono y calma la piel estresada.
El segundo enemigo a abordar: las manchas solares, una manera no muy simpática que tiene nuestra piel de recordarnos que le hemos infligido daños… Porque la pigmentación no es más que el sistema natural de protección al activarse el sistema inmune. En este caso, Ideal Brightening Corrective Serum, aplicado dos veces al día, es un remedio botánico capaz de inhibir la producción de melanina y, en consecuencia, minimizar la intensidad de las manchas.
Reforzar los capilares, especialmente en el contorno de ojos. El mejor remedio: Rapid Eye Treatment, uno de los best seller de Twelve Beauty, y no en vano, dada su efectividad. Este ligero pero eficaz remedio de belleza contiene una combinación única de péptidos naturales y antioxidantes orgánicos. Esto contribuye a fortificar los capilares, volviéndolos menos vulnerables a agresiones externas.
Twelve Beauty Tip: ve más allá, extiéndelo también en zonas afectadas por rojeces, te sorprenderá el resultado.
Reforzar la función barrera, la clave para devolver la vida a la piel
De un tiempo a esta parte, hay un término que se repite en los circuitos de belleza: la función barrera. Que no es más que la capa que nos resguarda del exterior. Controla la temperatura corporal, la humedad y nos protege de los rayos ultravioleta. Pero no solo hace de escudo contra los agentes externos, también es esencial para evitar que perdamos lo más importante que llevamos dentro: ¡el agua!
Por ello, junto a función barrera hay otro fenómeno intrínsecamente relacionado cuyo término también se está poniendo de moda: la pérdida de agua transepidérmica, TEWL (Trans Epidermal Water Loss) según sus siglas en inglés, o Perspiratio Insensibilis, siguiendo su acepción latina. Un fenómeno imperceptible al ojo humano que se produce a un ritmo casi constante que ocasiona la pérdida de agua por evaporación de las células epiteliales.
Si una no funciona bien, la otra se resiente… Ya que, para minimizar esta pérdida es importante reforzar la función barrera, es decir, mantener el film hidrolipídico lo más intacto posible así como el contenido en ceramidas, que ocupan los pequeños espacios entre las células de la epidermis. “El film hidrolipidico, la capa exterior de la epidermis, es una mezcla de componentes grasos (alrededor del 95%) y de moléculas solubles en agua (5%)”, manifiesta Pedro.
Así que, cuanto más fuerte esté la barrera (film hidrolipídico + ceramidas), más difícil lo tendrá el agua para esfumarse. Pero hay otro término del que se habla menos y es esencial en los terrenos que nos movemos: la filagrina, una de las proteínas esenciales de la piel sintetizada por ¡oh, sorpresa!, las células muertas.
Unas muertas que está muy vivas… Uno de los grandes errores cosméticos que cometemos cuando queremos combatirlas a toda costa. Para reforzar los depósitos de filagrina, un activo sin parangón es la fracción insaponificable de aceite de girasol, presente en Essential Bio-Technological Moisturiser. Esta parte activa del aceite de girasol es altamente hidratante debido a su capacidad de aportar lípidos, además de funcionar como cemento celular y estimular la síntesis de colágeno, elastina y filagrina, proteínas clave de la epidermis.
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