Dicen que el paso del tiempo arruga la piel, pero la pérdida de ilusión, arruga el alma. El arte de envejecer bien implica pasar de “luchar”, literalmente, contra las huellas que dejan los años cumplidos, a entender la piel como un organismo vivo que hay que celebrar, cuidar y alimentar, independientemente de sus marcas.
El termino anti-envejecimiento, nunca lo hemos utilizado. Si eres de los que nos sigue desde nuestros inicios, siempre hemos hablado de mantener la piel más sana por más tiempo. Nunca nos hemos asociado a la connotación negativa que implica la etiqueta “anti-edad”. Términos como well-ageing, pro-ageing o slow ageing, proponen un paso del tiempo mucho más amable y nos ayudan a preocuparnos menos por la “arruga” y centrarnos más en crecer en nuestra propia piel.
A pesar de ello, el proceso de aceptación de la edad es un hecho y, aunque es inevitable, la cosmética limpia y bien elegida, puede hacer maravillas en pieles maduras que se vuelven más finas y delicadas. Especialmente en zonas “delatoras”, esas chivatas que conviene tratar a tiempo para que valgan más por lo que callan que por lo que cuentan…
Manos, las grandes soplonas
Siempre expuestas a los elementos, el clima, la radiación ultravioleta y, en tiempos post-pandémicos, a higienizaciones extremas con alcoholes de alta graduación. Las manos delatan la edad más que cualquier otra parte del cuerpo por sequedad extrema, áreas pigmentadas o asperezas que las dejan agrietadas y sin vida. El arte de envejecer bien implica no olvidarlas ni un segundo y alimentarlas con tratamientos completos que restauren su estructura.
Pedro Catalá recomienda: Great Barrier Relief Cream. “Cuando conocí una novedosa técnica (la activación enzimática de lípidos), supe que era el momento de rescatar del cajón aquella fórmula para el cuidado de manos que nunca llegué a formular e introducir todos los beneficios que proporcionaban estos aceites activos. El resultado es una rica emulsión de fácil absorción, enriquecida con niacinamida, para conservar la delicada piel de las manos sana por más tiempo”.
La niacinamida es el gran ingrediente tendencia, no solo por su acción calmante en caso de irritaciones, sino por su propiedad para controlar la pigmentación irregular. Incluso, hay estudios que la consideran más efectiva que la hidroquinona sin sus efectos secundarios, aunque su eficacia va más allá. Mejora la elasticidad, fortalece la barrera cutánea y repara el daño celular inducido por los rayos ultravioleta.
Una acción que se multiplica gracias a los glicéridos de aceites vegetales de almendra, borraja y oliva, que restauran el sebo y protegen la piel de los lavados frecuentes. Además de manteca de karité, que potencia la elasticidad y repone las pieles secas y agrietadas.
Cuello, el eterno chivato
Cuando nos planteamos un ritual de belleza, nos solemos centrar en el área del rostro, pero raras veces nos acordamos del cuello. Esa zona a la que no llega la hidratante facial ni alcanza la corporal. Hasta que el que efecto “crepé” hace acto de presencia y entonces, nos echamos las manos a la cabeza. La piel del cuello no es peccata minuta… Está sometida a frecuentes movimientos, es más delgada y propensa a arrugarse que cualquier otra zona del cuerpo. No tiene lípidos y su enclenque estructura muscular, no le da suficiente soporte.
Hay muchos síndromes y efectos centrados en esta zona: desde el neck stress al tech neck por las tensiones que provoca estar muchas horas frente a dispositivos electrónicos, los consabidos anillos de Venus (líneas horizontales alrededor del cuello) o líneas verticales que se van generando por una deficiencia de colágeno o malas posturas (por ejemplo, al dormir).
Pedro Catalá recomienda: productos que contengan agentes hidratantes y antioxidantes, como Ideal Moisture Level Serum. “Quería usar en este producto la molécula más grande del ácido hialurónico súper hidratante, para que crease una película permeable que mantuviese la piel flexible e hidratada. También añadí otros ingredientes que ayudan a retener mejor el agua, como el isomerato de sacárido”.
Activos esenciales: el ácido hialurónico, La película de ácido hialurónico ayuda a preservar las características más importantes de una piel joven y saludable, como la flexibilidad, la elasticidad y el tono. Pantenol, un excelente agente hidratante para la piel que al mismo tiempo estimula la epitelización. Y extracto de malva, que calma y potencia la hidratación.
¡Imprescindible!: una buena protección frente a los rayos ultravioleta y otras inclemencias como polución con una buena dosis de antioxidantes. El extracto de Artemisia de Artemisia Power Protection Moisturiser SPF50+ constituye la primera línea de defensa contra la contaminación ambiental y los efectos nocivos de los rayos UV.
Codos y rodillas, los más trillados
Es el recubrimiento de dos de las principales articulaciones del cuerpo. Las que más movilidad tienen a lo largo de la vida. Y las recubre una piel que está constantemente sometida a extensión y contracción. Las células de colágeno ceden. Se engrosa la capa externa como consecuencia del endurecimiento de la queratina, lo que provoca grietas y un tono oscurecido de la piel. ¿Cómo mitigarlo? Evitando la sequedad extrema para que colágeno y queratina no se degraden.
Pedro Catalá recomienda: Rewarding Body Balm. “Con este bálsamo corporal rico, pero de fácil absorción, quería corregir la piel seca crónica, una piel que ha estado permanentemente reseca, sensible y frágil durante años. Funciona porque la mezcla imita los aceites que tenemos en nuestra piel sana, en las mismas concentraciones”.
Un verdadero alimento para la piel rico en nutrientes, como la fracción insaponficable de aceite de girasol, altamente hidratante debido a su capacidad de aportar lípidos y suavizar profundamente la piel, además de funcionar como cemento celular y estimular la síntesis de colágeno, elastina y filagrina que son proteínas clave de la epidermis.
Y otros activos, como el extracto de Epilobio, de efecto flash, que mejora el aspecto general de la piel. o cera de grano Spent, rica en ácido linoleico, un ácido graso esencial imprescindible para la regeneración de la barrera epidérmica, excelente para pieles secas, irritadas y sensibles.
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