A medida que nos acercamos a la primavera, con sus días más largos y cálidos, he pensado que era buena idea compartir unos consejos para cuidar la piel al máximo mientras nos aventuramos al aire libre …
Lo primero que nos viene en mente, es el protector solar. No es de extrañar, ya que los rayos ultravioletas son uno de los peores enemigos para nuestra piel. Pero además del sol, hay otros factores externos que también dañan la piel y es precisamente de ellos que quiero hablar hoy. Afortunadamente, en la naturaleza encontramos muchos ingredientes validos para cuidar la piel al aire libre.
En caso de quemaduras del viento: El clima impredecible puede hacernos bajar la guardia de cara a un frio vendaval. Una combinación de bajas temperaturas y viento puede causar estragos en las capas superiores de la piel, dejando un rastro de parches deshidratados, rojos e hinchados, especialmente alrededor de las mejillas y la nariz.
Ingredientes que contrastan los efectos del viento:
Extracto de Centipeda Cunninghamii – Una planta nativa de Australia repleta de sesquiterpenos lactónicos, unos compuestos con excelentes propiedades calmantes que llevan a un alivio rápido y eficaz.
Extracto de piel de mandarina – Es bien conocido por su contenido de luteolina, que es útil para calmar la piel reactiva.
Extracto de corteza de magnolia – Los formuladores recurren a este ingrediente por sus capacidades antioxidantes, sin embargo, estudios recientes han señalado qué también alivia la piel irritada y presenta actividad antimicrobiana contra las bacterias responsables del acné.
En caso de quemaduras: Socializar es parte de nuestra identidad y la mayor parte del tiempo implica compartir comida. Ya sea porque has perdido práctica o simplemente eres un poco torpe como yo, las barbacoas nos pueden dejar algunas quemaduras no deseadas en las manos mientras asamos pimientos.
Ingredientes tradicionales como la manteca de karité o el aceite de almendras dulces están bien documentados para tratar quemaduras superficiales.
En caso de contaminación: No es que quedarnos dentro de casa sea la solución para evitar la contaminación, especialmente porque hay contaminantes en una casa, desde moho hasta el monóxido de carbono e incluso partículas de plomo. La buena noticia es que existen poderosos antioxidantes naturales que neutralizan el impacto negativo de la contaminación, como el extracto de buddleja y el extracto de tomillo.
También debemos prestar atención a la forma en que limpiamos nuestra piel ya que este paso ayuda a eliminar los contaminantes. Mi consejo es utilizar un limpiador suave, delicado pero eficaz. Una excelente opción es optar por limpiadores a base de escualeno, ya que tienden a devolver a la piel algunos de sus componentes clave y, por lo tanto, minimiza los efectos dañinos de la limpieza.
En caso de sudar: Somos muy conscientes de que la sudoración en general es buena para la piel, ya que es un proceso natural y ayuda a eliminar impurezas, el problema viene si se asienta sobre la piel, ya que transporta suciedad acumulada en los poros. La solución es limpiar tu rostro antes o después de hacer ejercicio, también lo aconsejo después de una fuerte transpiración.
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