Los aceites esenciales son compuestos naturales de origen vegetal constituidos por mezclas de sustancias volátiles a temperatura ambiente. Un aceite esencial no está formado por una sola molécula, sino por una mezcla de varias.
En algunas plantas, utilizando diferentes partes y diferentes métodos de extracción, es posible extraer diferentes tipos de aceites esenciales. Como por ejemplo de la piel de la naranja amarga “citrus aurantium dulcis peel oil”, de las flores el “neroli”; y de las hojas el “petit-grain”.
En cosmética se clasifican en dos grandes grupos – Activados y purificados:
Aceites esenciales purificados – Es el caso cuando hay presentes sustancias con olor desagradable o cuando contienen moléculas irritantes. Estos elementos no deseados los eliminamos mediante la técnica de destilación fraccionada.
Aceites esenciales activados – Recurrimos a técnicas como la peroxidación que potencia la actividad bactericida, ayudando a conservar mejor las formulas.
Los más utilizados son:
Lavanda, semilla de zanahoria, rosa, rosa mosqueta, manzanilla, tanaceto azul, romero, incienso, geranio, árbol de té, ylang-ylang y pachulí.
En tu cosmética preferida
Poseen muchísimas propiedades para el cuidado de la piel, desde eliminar bacterias responsables del acné, hasta calmar las pieles más reactivas. Cuando formulamos en Twelve Beauty, siempre tenemos en mente una piel sensible así que hay que ir con mucha precaución a la hora de introducirlos, ya que son compuestos activos y potencialmente irritantes. La cuidadosa selección nos lleva a elegir solo aceites esenciales bajos en unos compuestos llamados aldehídos y fenoles, que son los responsables de la posible reacción alérgica. Y por ultimo, nunca superamos dosis del 0,004%, de este modo aportan sus beneficios, pero minimizamos el riesgo de irritaciones.
